"Don't step in the lava, but be careful not to prick yourself!"
Rememorando el clásico juego de la infancia que convertía el salón de casa en un mar de lava incandescente y nos obligaba a saltar de la silla al sofá y encaramarnos a la mesa en una aventura de supervivencia extrema. Ahora con pinchos en el techo y el osito mimosín de protagonista.